Diez años mostrando al mundo los secretos del marisqueo arousano

22-10-2014
El proyecto de turismo marinero cambadés está completamente afianzado
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Todo empezó con un curso organizado por el Concello de Cambados con fondos del Plan Equal. Un curso de tantos, ideado para que las mariscadoras tomasen conciencia del valor turístico de su trabajo y de su entorno. Aquella iniciativa podría haberse diluido, haber desaparecido sin dejar rastro; no sería la primera vez que la teoría de los cursos se queda en eso, en teoría. Pero esta vez no fue así. Dieciséis mujeres, todas ellas socias de la cofradía San Antonio, decidieron aprovechar lo aprendido y alumbrar Guimatur.

«Eu supoño que habería moita xente que non confiaba na iniciativa, pero nós estabamos moi ilusionadas, queríamos coñecer persoas e, sobre todo, falar da nosa forma de vida». Quien así habla es María José Cacabelos, una de las madres de un proyecto que fue pionero en su día y que, diez años después, goza de una excelente salud. Y no es fácil. Buena parte de los proyectos de turismo marinero que nacieron al rebufo de la iniciativa de estas mariscadoras se han ido ahogando en un mar de problemas. Algunos, como las rutas por Os Lombos do Ulla en compañía de las mariscadoras de Carril, se fueron al fondo poco después de ponerse en marcha. Y en O Grove, Pescanatur sobrevive a duras penas.

Pero en Cambados, el concepto de mariscadora-guía turística se ha consolidado. En todo el mundo saben ya que, para descubrir los secretos del marisqueo, hay que mojar los pies en O Sarrido en compañía de las mariscadoras de Guimatur. Y cuando decimos todo el mundo queremos decir eso, todo el mundo. A fin de cuentas, este colectivo cambadés le ha enseñado cómo vive una mariscadora, cómo se vive en Cambados, a grupos llegados de casi todos los puntos del globo terráqueo. Turistas y grupos enteros de estudiantes han realizado las rutas que ofrecen las mariscadoras. Y cámaras de televisión llegadas Estados Unidos y Canadá han rodado en las aguas de O Sarrido.

Cumplir los diez años es el mejor reconocimiento que podrían esperar las mariscadoras de Guimatur. Pero no es el único. Hace un par de años, recibieron un premio del Ministerio de Agricultura a la excelencia e innovación para mujeres rurales. Con ese dinero están poniendo su web a punto.