Capturando almejas, lombrices y hasta una langosta

04-06-2015
  • Capturando almejas, lombrices y hasta una langosta
Entre las decenas de mariscadoras que faenaban en O Sarrido, en Cambados, se colaron ayer unos pequeños aprendices. Estudiantes de cinco años del colegio de San Tomé que cambiaron sus aulas por la playa para conocer un poco más de cerca un oficio que forma parte de la historia de su municipio. Lo hicieron de la mano de unas guías profesionales, las mariscadoras de Guimatur, que dejaron con la boca abierta a los pequeños, pero también a los profesores. Todos aprendieron ayer a diferenciar las almejas vivas de las muertas, a capturar lombrices muy codiciadas por los pescadores e incluso a no confundir un camarón con una langosta. «Profe mira una langosta», decía todo orgulloso uno de estos pequeños mariscadores que había capturado un minúsculo camarón.

Todo preparado

Los pequeños bajaron a la playa perfectamente preparados. Llevaban botas de agua, gorras en la cabeza y unos pequeños rastrillos con los que trataron de encontrar las almejas. «Esta no se abre ¿sirve?», preguntaba una de ellas. «Yo cogí muchas caracolas», explicaba otro. Y entre buscar marisco vivo, medirlo y depositarlo en los cubos pasaron una mañana de lo más entretenida. Hasta aprendieron que las almejas de la playa no se pueden llevar para casa.

Los pequeños cuidadores del río de San Tomé.

En el colegio de Mosteiro, en Meis, llevan casi todo el curso trabajando con los ríos. Realizaron un cuidadoso trabajo de investigación para conocer el estado del río San Tomé. Y ayer, aprovechando la celebración de la semana del Medio Ambiente, quisieron aportar su granito de arena para cuidar de este entorno. Así que los estudiantes de primero de ESO realizaron un recorrido por este cauce con la misión de ir retirando los residuos que se encontraban a su paso y eliminar alguna que otra planta invasora. Estuvieron acompañados de la concejala de Educación de Meis y de la técnico de la OMIX. La iniciativa fue todo un éxito y tanto el Concello, como el colegio, como la comunidad de montes de San Tomé mostraron su interés porque pudiera repetirse.

Basura de todo tipo.

En su paseo por las orillas del San Tomé, estos estudiantes encontraron todo tipo de residuos. Botellas de vidrio, envases y hasta algún electrodoméstico fueron retirados de este cauce gracias su labor. También aprovecharon la visita para identificar algunas de las especies invasoras que afectan a este entorno y para señalizar los puntos de vertido de residuos que encontraron a su paso.